Entre ellos se encuentran también los perezosos, los que abandonan la tarea, los que desertan. La pregunta es evidente, ¿por qué no mejor donan o rematan sus excedentes a los desempleados o los inmigrantes? Cuando Beckett renunció a la academia, harto de la pedantería de cubículo, dijo en una conferencia que era preferible la penuria económica a la inanición del espíritu. O quizá deba partir hacia ciudades menos densas, con el tiempo menos parcelario, donde no sea preciso ser malabarista de la vida cotidiana y actuar en varias pistas a la vez. Leer se había convertido en una fuerza absorta. —exclamó Pamela. De ese modo la industria del ocio, en realidad, industria del entretenimiento, ha sido diseñada para reproducir las reglas del trabajo dentro del llamado "tiempo libre", un tiempo que para producir dividendos ha de mantenerse siempre activo. Poco tiempo y el cuerpo gastado y la memoria roída para amueblar de nuevo la habitación vacía, para comenzar de cero. 10. Karl Marx, “El trabajo alienado”, en Manuscritos: economía y filosofía. Aunque el servidor ha respondido correctamente es posible que no se haya procesado el envío. La televisión está encendida a todo volumen. Yo estaba desconectada. Alguien diría que se trataba de procrastinación, indolencia, falta de compromiso. Tal vez por eso nada me parezca más sospechoso que los libros que se adhieren de manera incondicional al pensamiento unánime, los títulos que tranquilizan. Por nuestra parte, intentamos tener relaciones sexuales con algunos miembros del lugar de vacaciones (a veces ex animadores y a veces no). Tampoco quisiera ser por mucho más tiempo Vivian Abenshushan, esa marca literaria. Declaración Obligatoria: Como sabe, hacemos todo lo posible para compartir un archivo de decenas de miles de libros con usted de forma gratuita. Yo tampoco. Y agregaría, para que su risa fuera completa: “Un poeta debe ser deliberadamente un vago; tiene que escribir tan poco como le sea posible” (T. S. Eliot). Liraglutida (Saxenda) Orlistat (Xenical, Alli) Fentermina y topiramato (Qsymia) Semaglutida (Wegovy) Setmelanotida (Imcivree) La mayoría de los medicamentos de venta con receta médica para bajar de peso funcionan haciéndote sentir más lleno o con menos apetito. Tendremos una inquisición, bueno, casi la tenemos ya ahora". Ahora, como hace cien años, la dinámica de la aceleración sigue exiliando al hombre de sí mismo, y hasta de la misma velocidad: ¿cómo no imaginar la decepción que sufriría Marinetti en estos días, asomado desde su fulgurante auto inmóvil hacia el tráfico que paraliza a las ciudades? ¿Calificaciones? Qué más da. Dude es el reverso del estadounidense ejemplar, la crítica viviente de la cultura puritana y la ética del trabajo que reduce al individuo a su ser profesional. ¿Al lenguaje? El riesgo de la burla. En una actividad así, el trabajo no es un cautiverio, sino tiempo libremente vivido. Eso es la digresión, otra forma de la impuntualidad, y por eso escribo ensayos. Es curioso que Dios despreciara a Caín precisamente porque en su sacrificio obraba por simple apego al deber, en lugar de hacerlo por generosidad, por amor genuino, como Abel. Sin él, su existencia no se justificaría. Sin embargo, internet, como ha sucedido con gran parte de la tecnología informática, dejó muy pronto de ser el reino de la disponibilidad permanente, la biblioteca abierta, para convertirse en tesoro de monopolios, mecanismo de vigilancia y depósito de la paranoia generalizada (el miedo, ya se sabe, es el síndrome de nuestra época). Vestían con mucho más decoro que en los otros locales. O nada. Se trataba de la imagen perfecta de un nuevo imperio: el de las cosas y sus vasallos, los consumidores. ¡Pare de sufrir! Tengo apetito; pero no hablo nunca comiendo, por miedo a atragantarme. Como analgésico sustituto del opio, este inocuo curalotodo es muy inferior: no ensancha los confines del alma, no aísla nuestro espíritu de la grisura del mundo, y si De Quincey hubiera acudido a la aspirina, en vez de probar el opio para mitigar su dolor de muelas, no habría expiado su adicción en una obra de arte. Written essay jobs. Ha dicho que me obligaría a pedirle perdón. Escribiendo: así se alivia el alma del shock de la velocidad. Pero sucedía todo lo contrario. Lo mismo le sucedió a San Ambrosio cuando un día cerró la boca para leer. “El peligro —dice Lin Yutang— es que nos civilicemos en exceso y lleguemos al punto, como hemos llegado ya en verdad, de que obtener la comida sea tan penoso que perdamos el apetito en el proceso de conseguirla”. Todo lo contrario: de lo que se trata es de recuperar los valores más convencionales, las ideas más superfluas, los riesgos menos tomados. J.G. El narrador es torpe, olvidadizo, y mientras seguimos en la pantalla un arbusto rodante que viaja desde el desierto hasta el suelo del asfalto urbano, le escuchamos decir que Dude es “el tipo más vago de Los Ángeles”. —Si no les haces daño a ellos. Pero vivía enjaulado en una oficina que siempre, hasta la fecha, detestó. Otra inspiración: de 15.12 a 16.07 hrs. Esa destreza ocular, entrenada sin esfuerzo en las tardes de su tiempo libre, se convierte en una forma de observación distinta, el nacimiento de la especulación intelectual y el temperamento artístico. A eso le llamo el aburrimiento programado: camping, surfing, snorkeling, jogging, rappel, avistamiento de delfines… 117 Los turistas simulan que descansan, simulan que descubren, simulan que están en medio de una aventura, pero la aventura está controlada y las vacaciones van siendo devoradas de a poco en el agobio de su propia aniquilación. Los escritores y activistas de la copia libre o copyleft (un término zurdo cargado de connotaciones económicas, estéticas y políticas, inventado en los años ochenta por el movimiento de software libre de Richard Stallman) entienden que la escritura está sufriendo su desafío más grande desde Gutenberg y necesita redefinirse a sí misma. 85. pp. Congelar la imagen. Mis viajes han sido de otra índole, menos psicodélicos, más precarios, menos drásticos que los de mi primo. ¿Quién entre los nuevos ascetas entregados a la sagrada causa laboral se opondría hoy a una nueva reforma: la abolición del domingo? Los que participaban en la acción se comunicaban invariablemente por tuiter, facebook y, a veces, por el celular. Porque no me gusta trabajar, le respondo. El hombre va dispuesto a predicar. Y si aman aún los libros con sus portadas, páginas y márgenes, su olor a tinta, sus tipografías y apuntes en lápiz, mis 291 editores tendrán más razones para seguir publicándolos, gracias al precio justo que ustedes han pagado en la caja. Nosotros pensamos que no hay razón alguna para que alguien necesite ser remunerado hasta cien años después de su propia muerte... Queremos liberar nuestra herencia cultural antes de que el tiempo marchite al celuloide de los carretes de las películas antiguas”. Chocolates Turín, ricos de principio a fin. Los primeros días de ocio, ya de vuelta en casa, advertí que el trabajo había gastado mis fuerzas de manera tan extraordinaria que había terminado casi por completo con mi capacidad para reflexionar. Esa es la pregunta diaria del contraensayo. Y todos sabemos del estupor y el desasosiego que aquejan al histérico cuando pierde a su víctima, a su amo. Y en la radio, los periodistas y los autores no hacen más que respaldar (¿sin darse cuenta?) Cualquiera puede bajarse en la siguiente estación y seguir otro camino, deslindarse. Para los Escritores de la Librería —una nómina de excéntricos que podría figurar en cualquier ficción de Kafka, Borges o Bolaño— estaba claro que en tiempos difíciles los libros pueden ser tablas de salvación. ¿Al pueblo? En Enfermedades del siglo XXI, Todd traza una topografía cerebral, con incendios y saturnales, para explicarnos que el sistema límbico es el mismo que se altera cuando se consume mariguana, cocaína, café, alcohol, nicotina. Ya no se resisten a la velocidad; procuran alcanzarla, deletrear su dictado, y el siglo xx desplaza el imperio de la morfina por el de la cocaína. Una serie de ensayos clínicos ha encontrado que las personas con sobrepeso que tomaron té verde, ya sea en forma bebible o en . Igual que su adaptación al cine por David Cronenberg, la novela provocó ríspidas discusiones sobre los límites de la censura. Es más libre, más ligero y tiene mucho tiempo para haraganear. El diablo es zurdo. ¿Cuánto crees que llevarás esa placa al pecho? 3.0.1 Jugo de Uva para Bajar de Peso Casero y Fácil de Preparar. No comprar, no participar en la economía convencional, no ��� derrochar, no sujetarse a los ideales seculares de trabajo, dinero, propiedad y poder. Edmundo González Llaca, Alternativas del ocio. Tal vez lo mejor sería mudarme al campo, 96 como hizo Wilcock que se había retirado “a una casita sencilla, con pocos muebles, escasos cacharros y un estante de libros”, como escribe Ruggero Guarini en la introducción a la La sinagoga de los iconoclastas (título extravagante si los hay, casi tanto como El estereoscopio de los solitarios, del mismo Wilcock, espíritu libre y alucinado). A día de hoy y eso que ahora lo práctico tranquilamente sigo perdiendo alrededor de 1 kilo o 1'5 kilos por entrenamiento. Tengan cuidado con el ocio, si se distraen un poco se pondrán a crear... Yo he ido más lejos: he procreado y estoy de vuelta con un hijo... Me ha sorprendido que en menos de seis meses el bebé mostrara su natural disposición al No-Hacer y desarrollara eso que ya he llamado “la tonsura de la pereza”, una calvita magnífica que no se encuentra fácilmente entre sus contemporáneos. Y la esquiva posibilidad de hacer del trabajo una cosa alegre, o por lo menos pasajera, después de la cual el hombre podría dedicarse a lo que le vieniera en gana, ha sido cancelada para la 27 gran masa de personas sobre las que se han descargado las faenas más serviles y rutinarias. Hay que desaparecerlo. He visto a varios de los jugadores que están en sus casas. Por eso no contesto el teléfono ni el interfón ni la puerta: cuando escribo no hago negocios con el mundo. En general, el paso del tiempo es una experiencia diferida; de pronto miramos el reloj y ya somos treinta años más viejos. Y es gracias a su presencia que los artistas han desarrollado finalmente un agudo sentido comercial, desprendiéndose de la pesada ética kantiana según la cual toda relación con el arte debe ser desinteresada. Intenacional Letrista (1954-1958). Pero las vacaciones comenzaron a angostarse (y las calles se volvieron peligrosas). Es difícil (es incómodo) escribir de la misma manera. Como los antílopes que avanzan en manada para protegerse cuando están en peligro, habían descubierto la solidaridad de la selva. Tal vez fundaré mi propia editorial, una editorial que difunda "el derecho universal a la pereza", una editorial que sea ella misma como una tumbona situada en medio de la ciudad. No me extraña, entonces, que tantos intelectuales se sientan seducidos por los 140 caracteres: he ahí una nueva sensualidad de la cabeza. (ahora un poema de Charles Simic, “El jefe contrata”: quiero un hombre que no tenga nada que ganar quiero que su cara diga: no hay más que perder quiero ver, por sus manos, que las horas no le importan, que continuará trabajando, que la paga nunca será justa) la crisis es una técnica de repetición que termina convenciéndonos de que el trabajo y el consumo son la única salida a la encrucijada de la crisis que consiste en falta de trabajo y descenso en el consumo (ahora un anuncio de nuestros patrocinadores) 141 mientras tanto: los filántropos de la industria (los dueños de las maquiladoras de China Corea Singapur Tailandia Guatemala México) aprovechan las presiones de la recesión (Friedman habla de esto con regocijo) para aumentar la productividad contratando mano de obra cada vez más barata (y más dócil) me pregunto cómo le dirán a sus obreros que a partir de mañana cada uno hará el trabajo de tres o cinco personas o si lo prefieren, pasen a la puerta trasera por su liquidación me pregunto qué harán los que prefieren pasar a la puerta trasera ¿saldrán con su liquidación? Las interpretaciones del episodio sangriento no se hicieron esperar. ¡Ah, el ocio, madre de todos los vicios! Usted no sale así vestido a buscar trabajo, en un día laboral, ¿verdad?”, a lo que Dude contesta: “¿Trabajo? 3. Cualquier aportación será recibida con agradecimiento. Aparatos cada vez más sofisticados, donde habitarían finalmente el minutero y el segundero, dictando cada movimiento de los hombres, símbolos de poderío y control social, los tiranos de la vida cotidiana. V. Me llamo Luther Blissett, como todo el mundo El jueves 31 de enero de 2008, la provincia española de Alicante amaneció bajo la sombra ondulante de una bandera pirata. 299 Jaques Tati, Playtime (Francia, 1967). De ese modo, el libro destinado a perdurar es desplazado a diario por el libro sin día después. Cómo se hace la terapia japonesa del agua. De hecho el primer sábado de noviembre del 2004, los centros comerciales comenzaron a temblar. Conozco muchos amigos que se han desquiciado alimentando todo tipo de obsesiones a través de la red, maquinando relaciones fantasmales que los mantienen atados a la pantalla como el junkie a la jeringa. De hecho ya no queda más espacio para desear pantallas de plasma o lavaplatos automá- 176 ticos; pronto no quedará espacio ni siquiera para los modelos del mercado negro ni los sustitutos proliferantes del mercado chino. 2/ Un hombre entra en un Walmart como si entrara en una ca- tedral. Cada vez que un libro quedaba fuera de combate por las presiones del rating, nos volvíamos más ignorantes y más frágiles sencillamente porque permitíamos que eso sucediera. Se trata de algo más que un sucedáneo ante la banalidad de la existencia (ya Sherlock Holmes prefería los efectos de la coca “a la estupidez de lo cotidiano”); la cocaína procura un extraordinario estímulo mental, vigor y una capacidad de trabajo redoblada. Y después de mirar los esqueletos de autos chocados colgando de las grúas, ¿no deberíamos pensar, como lo hizo J. G. Ballard, que si en verdad temié- lo, entre saltos y sacudidas, De Quincey entendió que hay en la aceleración algo irresistible y prohibido, una seducción trágica de consecuencias incalculables, y describió por primera vez el carácter paradójico de la velocidad: por un lado, fuente de fascinación y símbolo de libertad, movimiento e ingravidez (el cuerpo liberado, al fin, de su propio peso); pero también: agente de la catástrofe (una mantis que termina devorando a su amante). Lo que sucedía en el fondo era una batalla cultural de dimensiones insospechadas, una batalla silenciosa entre los intereses del mercado y las inquietudes de la imaginación y el pensamiento, intereses que a la larga se mostrarían no sólo incompatibles sino contrarios, como anticiparon con amargura Baudelaire y Flaubert. ¿Es posible tener lo mejor de ambos mundos? Pero qué vulnerable es todavía el ciberadicto al despertar de sus excesos, instalado en las nuevas patologías del yo digitalizado, donde rumia sin ayuda. Acepté encantada y el resto de la tarde me dediqué a pasear entre jardines, estanques, huertos de lechugas hidropónicas, laberintos construidos con arbustos. Eran trescientos y sabían que juntos constituían un solo cuerpo invencible. Entonces usted ya no recordará cuáles eran sus aspiraciones originales, ni podrá disponer como ahora de sus cualidades más notorias: el tiempo, la curiosidad, el entusiasmo vital. Tanto mejor si el público además compra mis libros. Y bien, aquí estoy. Montreuil, L’Insomniaque, 2010. Franco Berardi Bifo, Generación post-alfa. Un fumador de mariguana. Pero yo les digo a todos los que me miran con alarma que son ellos quienes me preocupan. Pero eso era sólo el principio, porque leer así, digamos, egoístamente, en la intimidad, para sí mismo —pero sobre todo, fuera de la audición de los demás, sin censor, sin horarios, sin guía— amplió de inmediato las posibilidades de evasión y placer del lector silencioso. “La lectura activa es una redada impertinente al coto literario. A los pocos meses de mi desempleo voluntario, me volvieron las ganas de ser con tanta virulencia que me volqué a escribir, fundé una editorial y hasta tuve un hijo. Hasta la llegada de internet, el auto fue el encierro perfecto, nuestro pequeño universo de metal y plástico, el lugar donde podíamos gozar una sensación de libertad, ligereza, porvenir, mientras veíamos pasar la vida por las ventanas. Saben que entre menos dinero necesiten para sobrevivir, más débil será la tentación de sacrificar su vida para obtenerlo. —Ya te he dicho que no asisto nunca a estas manifestaciones. ¿Tiene seguridad social? Le doy algunos consejos que algún alma caritativa nos había pasado a mi esposo y a mí, cuando nuestro hijo tenía diez meses y aún despertaba tres o cuatro veces por noche. Porque en la ronda generacional de los animadores de hotel (como en las familias circenses) parece que no hay variación posible; ni pasado ni presente ni futuro: cada día vuelve a empezar, idéntico a sí mismo, el círculo perverso donde el ocio se ha convertido en una extensión más del trabajo. Es a esas instancias a las que hay que prenderles fuego. "Ahora trabajamos también en nuestras horas de descanso y ponemos a trabajar a miles de nuevos amos y servidores. Una vez que el mito de la trascendencia haya caducado, la batalla de las novedades será campal. El impuntual es un desertor del dead line, la línea donde mueren a diario los soldados del sistema. Y en todos los casos me he sentido ligeramente drogada, con ataques de risa incontrolables, como si estuviera bajo los efectos de una buena cannabis hidropónica. La mayoría mira con curiosidad. Sin embargo, al hacerlo, actúa como esos francotiradores que a pesar de su sofisticación, o quizá precisamente debido a ella, equivocan el blanco y en su lugar terminan por derribar a los civiles. Son como aquellos "estancistas" del cuento "El Taller del Ocio" de Macedonio Fernández, personajes que buscaban perfeccionarse en el arte del No-Hacer y encontraron en la redacción de memorias e informes el ingrediente primario de la laboriosidad inútil y el "precioso vivir del burocratismo". Es preciso deslindarse por completo, abandonar la metrópolis de todos los excesos, no volver a consumir jamás. poner a bregar a toda esa gente que sólo lee y escribe, y encima le gusta la bebida. Es un bribón, un pillo, el que lleva la contra. Quema más calorías en comparación con otros tipos de ejercicios. Yo me las arreglo como puedo y a veces no llego a fin de mes. Aquella noche, sin embargo, las condiciones habían abolido para mí el límite de velocidad. Why poverty? A veces varío: Kafka, Montaigne, Gombrowicz y los hermanos Coen. La insatisfacción se adueña de ella mientras se aplica el bronceador y no puede dejar de pensar en lo que habría llegado a ser si hubiera sido fiel a sus impulsos de juventud. Los Coen pertenecen a la estirpe de la desmesura. Mata a tu jefe: renuncia, decía el esténcil y lo hacía con humor. A veces lo conseguimos; la mayoría de las veces fracasamos. Su filosofía de carretera. Debo decirlo ahora: mi mamá también es impuntual. “El opio domesticado endulzará el dolor de las ciudades”, ese era el remedio que reclamaría Jean Cocteau para curar a los enfermos de velocidad, una desintoxicación de la realidad por vía de una intoxicación contraria: permanecer inmóvil en la cama, entregarse a la vida mental, renunciar a los horarios Tengo diez años y en el radio del de una existencia atrofiada y regida por auto se escucha, minuto a minuto, la “hora del Observatorio, misma la producción. Paul Morand dijo que la velocidad —la droga del siglo xx— no era sólo un estimulante, sino también un deprimente, un explosivo cuyo manejo era peligroso, capaz de hacer saltar no sólo a nosotros mismos sino al universo entero. Lo había previsto Guy Debord, pero nunca con suficiente fuerza: la recuperación de las vanguardias (Dalí convertido en perfumería) prefiguraba ya la flexible capacidad del poder hegemónico para sobrevivir a todos los asaltos, para neutralizar todas las resistencias. estaban tirando por la quilla la familia, el trabajo, las diferencias de clase, para construir una convivencia horizontal enteramente distinta, fundada en el deseo vehemente de libertad. Tal vez sea momento de aprendernos ciertas obras de arte de memoria, para reproducirlas cuando sea imposible encontrarlas. ¿De 201 qué sirve entonces obstinarse? Un monumento a la fodonguería. ¿Por qué te odian? ✴ Existe una especie de ocioso que sólo encuentra placer en no hacer nada cuando hay mucho que hacer. Ahí están en potencia las mejores cualidades de los Coen: desparpajo, ironía feroz, diálogos afilados, el saqueo y la reinvención de varios géneros (road movie, spaghetti western, comedia slapstick). Como ha señalado Lessig en su libro Free Culture (cuya versión gratuita en español fue traducida como Cultura Libre, una lectura indispensable para entender el momento actual), se trata en realidad de una lucha que se reaviva cada vez que una innovación tecnológica amenaza con disminuir el poder económico de la industria. Mecenas soberano, a Polícrates se atribuye también una de las primeras colecciones públicas de libros. Compartir en. Discurrir es como correr, decía Galileo para defender un método fundado en la economía de los argumentos y la agilidad del razonamiento. Pero sobre todo, hacer el llamamiento (el contagio viral de la vida ociosa) desde una invisibilidad no codificable. Sabe que el hombre, aunque pretende marchar en alguna dirección, en el fondo no tiene idea hacia dónde va. O si lo sabe trata de olvidarlo, porque se dirige hacia la muerte. Como el placer y el juego no suelen ser actividades remunerables, pues de lo contrario se convertirían en tareas y perderían parte de su placer, el escritor, si no ha tenido la suerte de ser aristócrata como Montaigne o heredero como Turgueniev o marido de una viuda rica (una mecenas) como quería Dylan Thomas, tendrá que llevar una doble vida intermitente: artista de noche y burócrata (o cazador de ballenas o fogonero o editora o mesera o periodista de guerra o maestra) de día. Casi nadie los ve pero son miles los nuevos pobres que deambulan con las manos vacías por las catacumbas del primer mundo, ahí donde la mercancía se acumula en toneladas. Me sentía feliz, aunque en el fondo aquella felicidad era un poco tétrica. Pamela le miraba preocupada. Además, yendo de una librería a otra, conseguía refugiarme no sólo de la casera, sino de mi propia incertidumbre, pues aquella era la primera vez que entraba en contacto con la angustia de ser pobre. 16/ Pienso, por ejemplo, en mi desempleo voluntario. ¡Evohé!, y los hombres del coro respondían, delirantes: Haec est clara dies clararum clara dierum! Al fondo, otras habitaciones llenas de libros y discos y estantes empotrados donde se acumulan videocasettes. Una forma de parcelar la existencia en fragmentos definidos y actividades reglamentadas. Tomo V, Núm. Cuando inicié mis indagaciones sobre esta caprichosa inmunidad a la aspirina sólo encontré una explicación paranoica: entre los archivos ignorados de la compañía Bayer figura la producción del gas Zyklon-B, empleado por los nazis para matar judíos en masa. La historia se repite de un modo u otro. Este silencio es la señal que anuncia una huelga del escritor”. Free your 189 life from work! ¿Y el trabajo editorial? (tal vez el karma sea simplemente eso: la perpetuación de la hipoteca) en medicina, la crisis es el momento en que una enfermedad cambia bruscamente de rumbo para curar al paciente o para agravarlo ¿cuál será el curso de esta crisis? Es cierto que gracias a esos recursos, el escritor profesional se ha liberado de la doble jornada laboral para dedicarse sin tantos sobresaltos a la escritura, pero también ha perdido relación con la vida y la calle y, de algún modo, el tiempo que ha ganado para poder escribir lo ha perdido de inmediato, porque ahora tiene que hacer muchas más cosas que antes, como dar entrevistas, asistir a ferias, escribir artículos en varios medios, cuidar su popularidad en tuiter, hacerse estudios fotográficos, practicar de conferencista, sintonizar el estado de ánimo de su emoticon, grabar cápsulas radiofónicas, estar disponible, opinar por teléfono sobre la eutanasia o el día de la mujer, socializar y autopromoverse, en otras palabras, ser más chapucero que nunca, hacer alharaca y publicar a toda prisa, importunando a cada rato a sus contemporáneos —que ve en realidad como rivales— con su frenesí y afán de competencia. En un tiempo fui trabajadora, demasiado trabajadora. La lógica del mercado no cesaba de empujarlos a consumir; pero era esa misma lógica la que los mantenía en un eslabón inferior, donde sólo era posible el deseo, el espejismo, la resignación. La alusión a Duchamp no consistía sólo en desfigurar a la Mona Lisa, sino en algo aún más drástico: retirarse en plena producción artística, desaparecer, no para retirarse de manera pasiva, sino para provocar temblores, aperturas, grietas, donde construir espacios de expresión en la vida cotidiana. 240 la jornada de la escritora Es tan difícil imaginarse a Nietzsche sentado hasta las cinco de la tarde en una oficina, como jugando al golf después de haber cumplido el trabajo del día. Pero pone al desnudo su mecanismo de domesticación y no ha dejado de enfrentar directamente a los bancos, las trasnacionales, las industrias predadoras y las instituciones del arte desde hace más de una década, con un espíritu que parecía sepultado bajo la anestesia general y que reaparece inteligentemente con un humor persuasivo y malicioso. La prensa se ha convertido en la guía de lectura del lector contemporáneo, una guía que vuelve insignificante a la escritura misma (¡todo tiene sentido! ¿Cuántas horas de su tiempo libre dedica a mirar la televisión? Un sitio donde seguirá evolucionando, donde se reactivarán los videos, documentales, links y animaciones que dialogaron con él durante su elaboración; una página donde se restituirá la presencia participativa del lector, donde habrá más información, reflexiones ulteriores, wiki ensayos abiertos a la escritura colectiva, una puesta en práctica de las cosas que se discuten aquí. Ya se asoma la bárbara que hay en mí, porque vivo simultáneamente en dos ritmos contradictorios, la lentitud y la velocidad, el humanismo y la técnica, y así viajo cada día, lejos del confort de una y otra, siempre con un pie fuera del vehículo, como los usuarios de los peseros en la ciudad de México, listos para descender en plena marcha. Aunque el Tratado de Libre Comercio y sus vientos de prosperidad sólo han terminado por arrasar las economías locales, la competitividad sigue estando en boca de los analistas financieros como un cliché ominoso, invitándonos a abdicar de la pereza, a madrugar y emular a nuestros vecinos del norte.
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